viernes, 19 de noviembre de 2010

Las Razones de mis cuestionamientos

capitulo ocho

A eso de las diez de la mañana llegó de improviso Raúl, me sorprendió de sobremanera, pues a esa hora debería estar en su trabajo. Sorprendida lo hice pasar, yo andaba como de costumbre al despertar, descalza y con mis ojos pequeñísimos, pues el cansancio y el sueño eran inmensos. Lo observé unos segundos y noté en su rostro algo de preocupación, como medio aproblemado. Y como siempre comencé con mis supuestos que me hacen divagar en un mundo medio cinematográfico, que tienen poco que envidiar a los ganadores de un oscar.
-Pasa. Le digo refregándome los ojos. – ¿café?- pregunto, mientras pongo el hervidor y dos tazas sobre la mesa.
-Bueno, bien cargado please. Se sienta frente a mí en la mesa de la cocina.
-Al grano raúl,... ¿qué paso?-
-Como me conoces..... – me dice sonriendo-
-Toda una vida, amigo mío- y le sirvo el café, me siento a su lado esperando a que comience su historia, pues sabía que hay cosas que solo le ocurren a él.
- Hace un tiempo sufro de acoso por parte de mi jefa, me hostiga, me llama, me busca, no me deja trabajar tranquilo, y yo no soporto mas toda esta situación, tu sabes que quiero mucho a mi pareja. – suspira denotando un cansancio.
-Pero ¿te has acostado con ella?- pregunto al grano-
-No. Y lo peor de todo es que por el constante rechazo, ayer me despidió. Me quedé sin pega y no se que hacer.... llevaba tantos años en esa empresa, y con lo que cuesta conseguir trabajo acá, se que se me va a hacer difícil, además ganar lo mismo es de varios años. Estoy preocupado, tengo un hijo, una casa que mantener, tu sabes , las cuentas y uf! Un sin fin de deudas.
-¿Necesitas dinero?, te puedo prestar algo....-le tomo la mano
-No no no, - me dice enérgicamente- quiero pedirte un favor inmenso. ¿Me puedes dar alojamiento en Madrid?.
-Por supuesto, yo me voy en tres días. Vamonos, sacamos los pasajes y la visa de trabajador. Llamo a Ignacio y le pido que te consiga un trabajo, estudiaste para manejar empresas, así que será mas fácil. Piénsalo, te doy tres horas, convérsalo con tu señora y me das la respuesta. ¿te parece?.- le pregunté
-ok, gracias!, te llamo luego.- se despide, y se va.

Me quedaban pocos días y el martes mis amigos me harían una despedida, pero como era de mi costumbre, aún no decidía nada, no lo he llamado, no lo he buscado, no he pensado en lo que quiero. Salí a caminar por las calles de Valparaíso, pensando en lo que debía y quería. Me senté en una banca de una plaza y me dedique a disfrutar de la compañía de extraños, observe cada rincón, cada mirada perdida, cada niño corriendo por el lugar, y añoré el estar otra vez aquí. Mi melancolía explotó al máximo, y las lagrimas entristecidas caían sobre mis mejillas, no las podía contener y ahí me cuestioné si sería feliz estando con él o lejos de todos. Lo llamé, pero no contestó. Le dejé un mensaje esperando que me llamara luego. No lo hizo.
Llamé a mi amiga.
Es extraño este sentimiento de amistad, es una mezcla de cosas, una angustia constante cuando no se sabe del otro y una felicidad inmensa cuando estas en contacto y sabes que está bien. Son lazos muy fuertes que disipan las preocupaciones de tu vida, los amigos están ahí cuando necesitas que estén. Muchas veces pienso y valoro a los amigos mas que a la familia, y tengo la suerte de decir que los tengo y cuento con ellos.
La Pame, es una mina chora, fuerte, no es expresiva, cuando no quiere serlo. No cae bien a la primera y creo que a la segunda tampoco, solo el tiempo y la dedicación hacen cambiar la imagen que uno tiene de ella, a simple vista y sin conocer. Por mucho tiempo ha sido una persona que admiro por su inteligencia, su actitud, su manera de ver las cosas de la vida, mas un sin fin de virtudes que son motivantes. Aunque a veces suele ser muy ruda para decir lo que piensa y cree, especialmente cuando ha sido conmigo, es sin duda un fortalecimiento constante de en mi manera de ver y sentir las cosas, porque abre mis sentidos y deja entrar lo que mi testarudez no me deja incorporar a mi mente. Hay veces que me sobrepasa la rabia que siento cuando me contradice lo que digo y si la mayoría de las veces me hace entender que no tengo la razón, sino, me da las herramientas con sus palabras para que entienda y vea la realidad. Esa frustración que queda contenida por varios minutos se transforma en rabia, pero no hacía ella, sino hacia mi, porque me cuestiono el por qué no me doy cuenta de ciertas opciones que tengo que tomar o bien el por que no me doy cuenta de las cosas antes. No se si soy muy soñadora o es que en verdad soy muy volada y los detalles no los noto a simple vista, siempre tiene a haber alguien que me ayude a ver lo que no puedo, o a veces no quiero y me hace entender que no debe ser así.
La Pame se juntó conmigo de inmediato, dejo de lado su trabajo, que es extenuante, para regalarme las palabras que hacen que me estremezca dejándome la puerta abierta para que tome la decisión. Como siempre mis palabras divagan un poco antes de llegar al fondo, mi preámbulo es largo, dejando a la otra persona uniendo los hilos para construir la idea. _ “cuesta llegar al punto” me dijo la Pame – “pero se logra”- y es ahí cuando nos embalamos en la conversa por horas. Le conté toda la situación con él, y de inmediato empezó el psicoanálisis para lograr llegar a entender lo que creo y siento. Según ella, es difícil de entenderme, pero no imposible, lo logró, y con esas frases cuestiona mis razones para no estar con él. Y como años atrás escapo a las situaciones que provocan cambios en mi vida, de todas maneras, no sé que hacer. La Pame dice que yo sé lo que quiero, que estoy clara, pero tienen que presionarme para que lo diga. No sé si esta vez sea igual.

Sus palabras resuenan en mi mente y sus hipótesis ya comenzaron a tener un efecto retroactivo en mí. Mis ojos dejan de estar nublado y comienzan a vislumbrar lo que intrínsecamente hay en mí. La decisión no está tomada, pero estoy clara. Me voy a mi departamento.

Sé que tiene su vida medio clara, pero aún la veo cabizbaja, no se si por la ruptura o porque aún está buscando el hijo que ha esperado por muchos años. El Gabriel para mi gusto era el indicado, la sabe “dominar” en un sentido de caracteres, no porque el sea un bruto, sino que la comunicación que llevan y el razonamiento que ambos tienen, dejan entre ver que a pesar de lo que crea la Pame, Gabriel es un poco menos fuerte en sus opiniones, quizás da esa impresión, a pesar de todos los sufrimientos que éste pudo haber ocasionado se le nota que con él se siente feliz. Y si bien el rompimiento fue doloroso, creo que aún pueden solucionar las cosas y estar juntos otra vez.

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