Subo;
a lo más alto de los cerros.
Subo;
a los rincones más inhóspitos.
Subo;
a maravillarme con la vista.
Subo;
camino
descanso y prosigo,
mi viaje no ha cesado,
subo;
por caminos empedrados,
por entre la hierba,
por la tierra y pasto,
por el sendero
que ha dejado
el caminante.
Subo;
recorro aquellas curvas,
despacio sigo
por los gigantescos
acantilados,
recorro las rocas,
aquellas que reciben
el oleaje desbordante,
subo;
y a mi lado
un viejo y solitario perro
me acompaña,
moviendo la cola
pide solo una caricia.
Subo;
y no dejo de subir.
Subo;
y no miro hacia atrás.
Subo;
y no siento el tic tac
del tiempo.
Subo;
porque el paraíso
lo veré desde lo más alto
desde la cúspide
de los cerros.
subo;
a sentir climas
tan diversos,
doy veinte pasos
giro a la derecha
y sigo por la curva,
y el calor
hace que me desabrigue.
Subo;
y camino hacia arriba
más arriba,
más subo,
y el clima
tan opuesto
logra que mi chaleca
esté abrigando mi cuerpo.
el viento sopla,
sopla más fuerte
más alto
más frío siento.
Subo;
y doy pasos
por los bordes de los cerros,
caminos nacidos
por pisadas
de porteños.
Respiro hondo,
y mis pulmones se llenan
de oxígeno,
pero no de cualquier oxígeno,
sino,
de aquel puro aire
que se respira
en los lugares más altos,
los lugares
que te hacen tocar las estrellas,
los lugares
que te hacen sentir
que vuelas.
Subo;
y no me canso de subir.
Subo;
porque es mi cerro
aquel en el que di mis pasos
aquel en el que aprendí a jugar
con el mar
frente a mis ojos.
Subo;
porque es mi casa,
subo;
porque me gusta sentir
que llego al cielo.
Subo; a la felicidad,
a sentarme en un montículo
y ver el atardecer.
subo; a ver las gaviotas
desde arriba,
a sentir los árboles y arbustos
como si fueran
las paredes más seguras
de mi hogar.
Subo
a los cerros,
a los más de cincuenta
que sobreviven,
a los que de ultratumba
gritan su nombre:
"Pérdices"... "Artillería",
y que sin altanería
el más grande opaca
la supervivencia de los pequeños.
¡oh! Playa Ancha,
subo a tu cúspide,
subo a tu altura.
Subo;
porque lo necesito
porque es allí
donde me quedan cariños.
Subo;
porque lo extraño,
porque los recuerdos
en tu falda,
me han enseñado.
Subo;
porque tus brazos
me protegieron,
porque tu gente me ha querido.
¡oh! cerro de mi alma.
Subo;
porque estás presente.
Subo;
porque me pertenece
un granito de tierra,
un pétalo de las margaritas
que cubren los caminos,
subo;
porque caminé
más de mil veces
en aquella dirección,
subo;
porque Playa Ancha
es mi cerro
es mi altura
es mi cielo.
Subo;
porque un trozo
de rayo de sol
en su atardecer
es mío,
porque un tono del cielo
mezclado con sol
me cegó
y no me devolvió
el cariño.
Me robo mi amor
y se lo quedó.
Subo;
porque lo necesito
porque mis pies
me conducen a aquellos parajes.
y mi inconsciente
me lleva a mi cerro.
Subo;
porque es mi paraíso,
la belleza de lo fortuito,
la ternura de los atardeceres,
la altura de la cúspide,
la quietud de tocar el cielo.
Subo;
porque si.
Subo;
porque me llama.
Subo;
a lo mas alto de los cerros.
Subo;
a los rincones más inhóspitos
Subo;
a maravillarme con la vista..
Y subo;
a mi Ancha Playa.
1 comentario:
BELLO...QUE MAS TE PUEDO DECIR. ME SENTÍ EXPRESADO EN TU SUBIR...ME APRETASTE EL CORAZON...HAS CRECIDO Y TE HAS CONVERTIDO EN POESIA.
Publicar un comentario